sábado, 20 de octubre de 2007

Elaboración del Vino

El clima y el suelo son fundamentales para conseguir vinos de calidad, pero no menos importante es el proceso de vinificación. Este proceso parte con la cosecha, desde mediados de febrero hasta mediados de mayo; la que puede ser manual, con la ventaja de una mayor selección, o mecanizada.


La descarga de la uva se realiza sobre la “tolva de recepción”, una especie de
pirámide invertida que a modo de embudo, irá depositando la uva sobre un “sin fin” que la conducirá directamente sobre una despalilladora, la que separa el grano del raquis o palillo. Luego los granos pasan a la moledora, donde se genera una pasta que es trasladada por medio de una bomba de impulsión ha su destino.

1) Vino Tinto

Se realiza a partir del mosto de uvas tintas fermentado junto con las partes sólidas de la uva (hollejo y pepitas); esto es importante para la toma de color de estos vinos. Entonces la pasta que resulta luego de la molienda debe pasar a los tanques de fermentación, donde ocurrirá una maceración hasta que se inoculen las levaduras para la fermentación.


Conviene aclarar que en los vinos tintos se llevan a
cabo dos fermentaciones. La primera, denominada fermentación alcohólica o “tumultuosa” debido a la gran actividad que desarrollan en esta etapa las levaduras, los azúcares se desdoblan en alcohol con desprendimiento de anhídrido carbónico al tiempo que las materias colorantes del hollejo se disuelven en el mosto. El gas carbónico resultante empuja hacia arriba los hollejos, formando una barrera natural llamada “sombrero”, que se debe ir remojando con el mosto para activar la extracción de color en una operación llamada “remontado”. Asimismo, el hollejo también debe de ser removido periódicamente, es lo que se llama “bazuqueo”.

Una vez conseguido el color, se procede al “descube”, consistente en trasegar el líquido, separado ya de la materia sólida, a otro depósito en el que se realizará la segunda fermentación denominada maloláctica, que proporciona al vino finura y suavidad, al transformar un ácido fuerte como es el málico, en otro más suave y untuoso, el láctico.

Los restos sólidos sobrantes de la primera fermentación, son sometidos a fuertes prensados obteniéndose el llamado “vino de prensa”, muy rico en color y taninos, y que no debe mezclarse con el resto. Una vez terminadas las dos fermentaciones, el vino es sometido a diversos trasiegos y tratamientos de clarificación y estabilización, variables según su destino y tendentes a conservar la limpidez del producto embotellado.

Dapendiendo de la calidad de las uvas y del tipo de vino que se quiera obtener, el mosto puede ser trasegado para hacer desde la fermentacion alcoholica en adelante o la malolactica o despues de todo el proceso descrito a las barricas.

2) Vino Blanco

Tras la molienda tiene lugar el prensado, en donde la pasta se dejará en una prensa, que mediante diferentes presiones se irá extrayendo el mosto. Aquí, se deja que el zumo vaya escurriendo lentamente por la fuerza de la gravedad o por una ligera presión. “Mosto yema, de flor o

lágrima” son los distintos apelativos que reciben estos primeros mostos que son los de más calidad, finos y ligeros, aromáticos, suaves y afrutados. La pasta sobrante va recibiendo presiones crecientes conforme se va solidificando por falta de líquido. Los mostos “primeros”, “segundos” y “terceros” o “mostos de prensa”, producto de los sucesivos prensados, va perdiendo calidad. Cada uno fermentará por separado produciendo, lógicamente, distintos tipos de vino. Al final sólo quedarán en la prensa los “orujos dulces o frescos”. Esta materia lejos de ser un deshecho, tiene varios aprovechamientos, como abono, alimento para animales o incluso para elaboración de bebidas destiladas.

Antes de entrar en la fase de fermentación hay que proceder al “desfangado” de los mostos, consistente en dejarlos reposar durante unas horas a fin de que las partículas sólidas suspendidas en ellos se vayan depositando, por decantación, en el fondo del depósito.

La fermentación es el proceso mediante el cual los azúcares contenidos en el mosto se transforman
en alcohol, principalmente, junto con otros compuestos orgánicos. Esta fermentación alcohólica se lleva a cabo por la mediación de las levaduras (micro hongos que se encuentran en los suelos del viñedo) que al quedarse sin aire van metabolizando los azúcares en alcohol y gas carbónico.
Durante este proceso
es imprescindible controlar, por un lado, la densidad, con el fin de determinar la cantidad de azúcar que va quedando en el mosto y, por otro y sobre todo, la temperatura ya que un exceso puede dar lugar a una parada de la fermentación por muerte de las levaduras.

El final de la fermentación se produce de forma espontánea cuando el contenido de azúcar en el mosto (azúcar residual) no sobrepasa los 4 gramos por litro. De esta forma se habrá obtenido un vino seco. Cuando la intención es producir vinos semisecos o dulces, hay que detener la fermentación por medios químicos (adicción de anhídrido sulfuroso) o físicos (enfriamiento o sobrecalentamiento) en el momento que el contenido de azúcar residual es el adecuado para el vino que se quiere obtener.

Finalizada la fermentación se somete el vino a dos o tres trasiegos para eliminar los restos sólidos. Después se procede a la selección de calidades y a las correspondientes mezclas para lograr el resultado deseado.

Por último se hace una “clarificación” definitiva mediante sustancias que arrastren
los posibles restos es suspensión que hayan conseguido escaparse de los trasiegos y se concluye con el “filtrado” antes del embotellado.

3) Vino Rosse

Hay varias formas de elaborar un Rosse. Como paso previo a la fermentación, el mosto se somete a una corta maceración en frío (para que no llegue a fermentar) junto a los hollejos, de donde extraerá el color. A continuación se procede al desfangado, es decir se separan las materias sólidas del mosto, para efectuar la fermentación en virgen.

Si por el contrario, el proceso
de toma de color se realiza por la fermentación de los hollejos junto con el mosto (en este caso mostos procedentes de uvas blancas y tintas), lo que se elabora entonces es un clarete.

Resumiendo, se puede decir que un rosado es el vino elaborado como un blanco pero con uvas tintas o mezcla de tintas y blancas, mientras que un
clarete es como un rosado pero elaborado a la manera de los tintos.

4) Vinos Espumosos

Se llaman espumosos aquellos vinos que contienen gas carbónico procedente de la acción de sacarosa y levaduras en su segunda fermentación (la primera como vino seco normal y la segunda realizada en la botella) provocando el característico desprendimiento de gas en la copa, fino, lento y prolongado; ademas de aromas.

Al vino base se le añadirá el licor de tiraje (una mezcla de azúcar y levaduras), procediéndose al llenado de botellas, para finalizar el proceso con el traslado de las mismas a las cavas(naves generalmente subterráneas de temperatura y humedad uniforme) donde se llevará a cabo el proceso de fermentación que tendrá una duración mínima de 9 meses. Aquí las botellas son apiladas en posición horizontal para concentrar las impurezas a lo largo de la botella y más tarde al inclinarla paulatinamente en el pupitre, arrastrarlos al cuello de la misma mediante un removido de las botellas.

Una vez finalizado este proceso y después de permanecer 20 días aproximadamente, en los pupitres o los modernos contenedores paralepípedos de sedimentación, se retiran las lías o sedimentos formados por los restos de la fermentación. Mediante la última fase, el “degüelle” proceso delicado para el que se precisan manos expertas o maquinaria de precisión, se destapa la botella procediéndose a incorporar el licor de expedición, generalmente vino del mismo tipo o viejo, con diferentes dosis de azúcar que aportará al vino su grado de dulzor y su personalidad particular.

Las botellas están ahora listas para ser encorchadas y selladas bajo el tradicional sistema de bozal (brida de alambre sujeta a una chapa superior) o ágrafe (barra estrecha que cruza el corcho, sujeta al anillo del cuello de la botella). Una vez terminado este proceso, el vino está listo para el etiquetado y la comercialización.

Los vinos espumosos se pueden clasificar en dos tipos dependiendo de la metodología de elaboración: el método champenoise . En este proceso la fermentación tiene lugar en la propia botella. El segundo sistema, es el denominado Granvás o Grandes envases que tiene lugar en grandes depósitos de acero inoxidable durante 20 días. Generalmente los espumosos de mejor calidad son los elaborados a partir del método de origen champañes o tradicional, cuyo metodo consiste en lo siguiente.

Los distintos tipos de cava más comercializados son:

Brut Nature: el más seco de todos.

Brut: el seco más comercial, con adicción de azúcar.

Reserva: el seco con un carácter de cava algo más viejo.

Semiseco: de gusto más suave con cierta dulcedumbre.

Semidulce: más dulce que el seco.

Fuente:www.agronomia.uchile.cl/.../images/Imagen3.jpg

lunes, 15 de octubre de 2007

El vino chileno y sus competidores en el mercado mundial

El vino es un producto significativo dentro de la canasta exportadora de nuestro país. De hecho, en los últimos años Chile ha logrado ubicarse como el 5º exportador mundial de este producto con una importante transformación, pasando de productor orientado al mercado interno a producir principalmente para el mercado externo. En efecto, en el quinquenio 1986-1990 Chile producía un 4,4% para el mercado de exportación, siendo el 95,6% para su mercado interno. En el año 2003, el 60,3% de su producción fue para el mercado externo, siendo el restante 39,7% para el mercado interno (Cuadro 1), ubicándose dentro de los países con mayor proporción de su producción destinada a la exportación.

En cuanto a la evolución del consumo mundial de vinos, éste se ha reducido en términos de volúmenes físicos en los últimos 20 años en el mundo (-0,2% anual en el período 1986-2003): en el 2003 el consumo llegó a 234,7 Mhl comparados con 240 Mhl en el promedio del quinquenio 1986- 1990. Se observa una recuperación a partir de mediados de los años 90 en el mercado mundial, en que desde el promedio de los años 1990-1995 de 223,9 Mhl, se llegó en el quinquenio 1996-2000 con una cifra de 224,8 Mhl, para observar finalmente en el 2003 la cifra de 234,7 Mhl.

En este cuadro de un consumo relativamente “estancado”, se han producido cambios muy significativos en el consumo por los cambios entre las áreas geográficas, así como por las distintas tendencias en los sub-períodos analizados: la baja en el consumo se revierte a partir de fines de los años 90 y se observa una recuperación en el consumo en América (desde 1996-2000) y en Europa (en 2003 el consumo es más alto que en 1996- 2000) (Cuadro 1). Otra tendencia que se observa es que el comercio internacional del vino se ha expandido considerablemente como destino de la producción. En efecto, en el primer período observado 1986-1990, en el mundo el 14,3% de la producción mundial eran exportaciones, mientras que en el año 2003, un 27,4% de la misma producción se destinaba a las exportaciones. Esta realidad se da en casi todos los continentes, salvo en Asia, en que el destino de la exportación ha bajado como % de la producción, pasando desde un 8,3% de la misma en 1986-1990 a un 2,4% de la producción destinada a la exportación en el año 2003.

Respecto a las exportaciones de vino chileno, aquellos con denominación de origen (ver Cuadro 2) Chile se sitúa como el 5º exportador mundial, después de Francia, Italia, Australia y España (2004), con una participación de mercado de 4,9%. Las exportaciones de Chile alcanzaron en este producto a US$ 712,9 millones en el 2004, en un mercado total de US$ 14.591 millones en el mundo. La participación de Chile en los tres mercados principales mercados (Unión Europea de los 15, Estados Unidos y Japón) es bastante uniforme: entre un mínimo de 3,5% en Japón y un máximo de 5,5% en Estados Unidos.

En el caso de Japón, la principal competencia es de Estados Unidos y Australia, que son el tercer y el cuarto proveedor respectivamente a ese mercado; siendo Chile el sexto proveedor (2004). En Japón, el consumo de vino es principalmente el proveniente de Europa (y Francia en particular): entre Francia e Italia tienen un 76% de las importaciones japonesas. En el mercado japonés se ha visto una reducción en el consumo por habitante en los últimos 3 años sobre los que se dispone de cifras pero las fuentes de la industria confían en que habrá una recuperación en el consumo con el aumento de ingresos de la economía japonesa. Se estima que hay margen para un aumento de la participación chilena debido a la experiencia previa de mayor presencia chilena en ese mercado, desde la mayor entrada de vinos chilenos a fines de los años 90.

El mercado europeo (EU15) es el principal mercado del vino chileno embotellado (59% en 2004), y la industria chilena ha sido capaz de penetrar ese mercado en condiciones de una reducción en el consumo por habitante europeo. La tendencia a la reducción del consumo, sin embargo, se ha revertido en parte debido al aumento del consumo de otros países europeos (aunque algunos están fuera de los EU15) tales como Rusia y otros. Los principales competidores en el caso de la Unión Europea son Estados Unidos (5º proveedor del mercado europeo) y Sud África (6º exportador a Europa) que están ligeramente por encima de Chile (7º proveedor de ese mercado con un 5,2% de participación de mercado). Europa está haciendo esfuerzos para recuperar su posición en el mercado, en lo cual gasta anualmente US$ 1,6 billones anuales del presupuesto de la Unión Europea, y ve como amenazas las importaciones del “Nuevo Mundo” del vino (Estados Unidos, Chile, Australia, Sud-África y otros competidores).

El mercado de Estados Unidos concentra un 23% de las exportaciones chilenas de vinoembotellado y este mercado presenta niveles de consumo más bajos que la Unión Europea, pero se observa un claro crecimiento del consumo por habitante el que se debería continuar a futuro, de acuerdo a las tendencias observadas en los últimos 10 años. Chile es el 4º proveedor de ese mercado, a una distancia significativa de los 3 primeros proveedores (Italia, Francia y Australia) que posee cada uno una participación en las importaciones superior al 20% del total sumando entre los tres un 77,9% de las importaciones. Chile posee una participación de mercado de un 5,5% siendo competidor de los vinos australianos, españoles y de los mismos norteamericanos[1].




Promocion del vino chileno en el extranjero



HISTORIA DE LA VITIVINICULTURA EN CHILE


La historia de la vitivinicultura en nuestro país se puede destituir en distintas etapas, dependiendo de los procesos históricos, económicos y legislativos en los cuales ésta participó. Estas etapas son:

  1. Época colonial

Esta etapa se puede subdividir en dos períodos, a saber: durante la conquista y durante la colonia

üDurante la conquista

De acuerdo a crónicas de la época, el sacerdote Francisco de Carabantes sería la persona que trajo a Chile las primeras plantas en 1548, sin embargo, el abate Molina relata en sus crónicas que encontró Vides silvestres en sitios deshabitados de la cordillera de los andes, frente al Curicó, y también parras de uva negra Moscatel, lo que equivaldría a suponer que esta planta es autóctona, pero hay que hacerlas al pensar que este hecho no tiene ninguna comprobación científica posible, por el contrario, los habitantes que cobraban el actual territorio de Chile en épocas prehispánicas fabricaban bebidas alcohólicas a partir del maíz, papas o el fruto del pimiento.

La viticultura nace en Chile con la llegada de los conquistadores, que introdujeron plantas y animales que no eran conocidos por el indígena americano. No existen antecedentes históricos acerca de la introducción de latín en nuestro país, pero es muy probable que haya sido las empresas liberadas por Diego de Almagro o Pedro de Valdivia, ya que la eucaristía, la conversión de la población activa y el gusto de los españoles por el vino a si lo exigían.

Según cartas de don Pedro de Valdivia, en 1551 se consumían uvas en Santiago y la serena y en 1556 ya se fabrican vinos. También Valdivia incentivaba la plantación de viñas ya que en 1550 concedió a Diego de oro cuatro cuadras en concepción para plantar una viña bajo pena de caducar la concesión si no lo hacía.

ü Durante la colonia

Haya antecedentes que señalar que el primer viticultor Chile no fue Francisco de Aguirre, quien plantó bisnietos en sus encomiendas ubicadas en Copiapó y la serena, realizando la primera vendimia en 1551. Entre los años 1570 y 1576, se extendieron los viñedos hacia el sur, pero su desarrollo tuvo grandes problemas por los levantamientos indígenas y medidas arbitrarias tomadas por España para defender la producción de sus vinos y aguardientes, lo que no obstó para que Chile se convirtiera en el más grande productor de vinos de la época, dada la fertilidad del suelo y el vigor de las Vides. En el siglo XVII, los vinos chilenos comienzan a competir exitosamente con los pinos europeos en los mercados internacionales, logrando que las exportaciones en el periodo comprendido entre los años 1784-1789 fuera de Ch$ 310.000 oro, una suma nada de despreciable. El comandante Byron en su libro publicado en 1758 y llamado

Los vinos que se fabricaban con las diversas uvas eran la chicha, el chacolí, el moscatel, el vino ordinario licoroso, el mosto y el paso obligado que se fabricaban con uvas que se exponían al sol por 15 días o más. Se vendimiaba en canastos deslinde y luego la uva era llevada a las bodegas en carreteras, donde se moría por pisoteo o a mano, en zarandas de coligüe. El mosto se pensaba con pesos o palancas, fermentándose en lagares de madera o tinajas de greda, y finalmente, se transportaba el vino resultante en cueros de cabra.

  1. Épocas del Chile republicano

Esta etapa se puede subdividir entre períodos, los cuales son:

ü Inicio de una nueva industria vitivinícola

Francisco encina señala que en 1831 había en el país 19.664.901 pies de viñas. Concepción y cauquenes eran los más importantes productores, en cambio Atacama había decaído mucho. En 1830, llega a Chile un ilustre francés don Claudio Gay, quien plantea al gobierno chileno, a través del ministro don Diego portales, la creación de una quinta normal de agricultura en Santiago. Así, bajo la administración de subdirector, don Luis Sada, se introducen plantas cultivadas y ornamentales de Europa y otras partes del mundo y se inicia la experimentación agrícola. Se traen desde Francia e Italia las primeras variedades de Vides europeas tanto para su vinificación como para su consumo fresco, llegando a tener 70 variedades diferentes. Claudio Gay informa que algunos agricultores como Manuel Antonio Tocornal, están planteando éstas nuevas variedades y trayendo técnicos desde Francia para que manejen eso viñedos.

ü Período de prosperidad: durante la segunda mitad del siglo XIX

Es a partir de 1851, con la introducción de la secta francesa, que en que se la revolución de industria vitivinícola. El éxito obtenido, unido a las ventajas climáticas, produjo un rápido crecimiento de los viñedos. En 1851, silvestre Ochagavía traer personalmente desde Francia una serie de cepas finas: cabernet, cot, merlot, pinot, riesling, sauvignon, semillón y otras, que constituyen hasta hoy la base de la producción vitivinícola nacional.

Otros agricultores exigen el ejemplo de don silvestre Ochagavía, como José Tomás Urmeneta, Maximiano Errázuriz Urmeneta, dueño de la viña Errázuriz-Panquehue y que llevó a ser el viñedos más extenso del mundo perteneciente a un solo propietario, José Joaquín Aguirre (viña Conchalí), Bonifacio Correa albano (viña San Pedro), LuisCousIño (viña Cousiño Macul), Melchor Concha y toro (viña Concha y toro), Francisco Correa Errázuriz (viña Lontué), Domingo Fernández Concha (viña Santa Rita), Cristian Lanz (viña Carmen), Macario Ossa (viña Santa Teresa), Luis Pereira (viña Santa Carolina), Alejandro Reyes (viña Linderos) y Francisco Undurraga (viña Undurraga). Ellos constituyen el grupo pionero de la actual vitivinicultura chilena y eran hombres de riqueza suficiente como para resistir las dificultades de un negocio a mediano plazo. El poseer una viña y vender vinos que llevaban el nombre de su propietario tapón prestigio a estas familias que competían noblemente para producir buenos vinos.

Junto a este auge de plantación de viñedos, llegar a Chile enólogos franceses, italianos, españoles y de otros países europeos vitivinícolas, debido a la crisis filoxérica que hubo en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, y que fueron contratados por este grupo pionero para que manejaran las Vides, las vinificaciones y la conservación de los vinos. Así, la industria vitivinícola se transforma en la actividad más próspera de la agricultura. Ya en 1877, los vinos comienzan a ser exportados a Europa por iniciativa de don Macario Ossa, debido a los éxitos alcanzados en la exposición de Viena en 1873.

En 1889, los vinos chilenos concurrieron a la exposición de París y su fama quedó consagrada, de que las muestras nacionales obtuvieron en conjunto un gran premio y ganaron seis medallas de oro en algunos tipos. En la exposición panamericana de Buffalo, ganaron tres medallas de oro y 24 medallas de plata. Además obtuvieron premios en otras exposiciones como las de Chicago, Río de Janeiro y Guatemala.

ü Período de crisis: durante el siglo XX

La industria vitivinícola entre crisis debido a la promulgación de la ley de alcohol es de 1938, que prohíbe las nuevas plantaciones y trasplantes de viñas, y la política aplicada por Chile de no importar, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, con lo que no se pudo renovar la tecnología que necesitaba esta industria, por los fuertes impuestos que la afectaban y las campañas para evitar el alcoholismo.

Pero en 1979, con la diputación de una nueva ley se liberaliza esta actividad y cambien los criterios de producción, lo que trae un mejoramiento en la productividad de los viñedos, coló que se alcanzan grandes producciones. Esta alza en la producción es paralela a la caída en el consumo interno, originándose una paja en los precios. Las rentabilidades negativas produjeron el arranque o abandono de muchas viñas y la injertación masiva con variedades de uva de mesas de exportación.

  1. Época actual: reestructuración y nuevo auge

Debido a esta crisis se produce el reemplazo de la familias propietarias por grupos económicos o sociedades anónimas que, al tener mayor solvencia económica, empiezan a invertir en nueva tecnología, siguiendo el ejemplo de viña Miguel Torres (subsidiaria de bodegas Torres, España), que en 1979 introduce nueva maquinaria, tecnología, cuvas de acero inoxidable, sistemas de conducción y equipos de frío. A esto hay que sumar una generación de talentosos enólogos formados en las universidades de Chile y católica y una agresiva expansión exportadora. Los resultados de este cambio son buenos días y los vinos chilenos han comenzado a ser nuevamente premiados en importar tus eventos internacionales, como el Wine Challenge de Londres, Vinitaly en Italia o Mondial de Vin en Bruselas, lo que aumenta el prestigio de las grandes empresas y las viñas emergentes, y atrae inversionistas extranjeros como Mondavi, Pernod Ricard, Kendall Jackson, Paul Pontalier, Bruno Prat y Grand Marnier. En este momento, los vinos chilenos están penetrando con éxito en los mercados mundiales[1].



[1] Fuente: Derecho del Vino. Denominaciones de origen. Editorial juridica de Chile. Santigo. Chile. 2001. pag. 23


Poema al vino (Tito Fernández)





El vino y el Valle de Aconcagua


Un gran atractivo para el valle son las viñas productoras de licores en especial de vino en donde se destaca la viña Errázuriz (Panquehue) que, con su gran calidad de cepas y producción, se ha posicionado entre las mejores viñas productoras de vino tanto a nivel nacional como internacional. Las viñas del valle se caracteriza por el hecho que en la gran mayoría de sus viñas, se usan sistemas artesanales de producción del vino y de otros licores típicos de su zona campestre, tales como chocha, aguardiente, vino pipeño y mistelas (licor de uva, aguardiente, canelita, vino añejo, entre otros). Por su parte, una de las particularidades de este valle, que lo hace irrepetible a nivel mundial, es la combinación climática, de climas frescos y alta luminosidad. La altitud del valle y una oscilación térmica elevada generan en verano un ambiente fresco y en invierno uno relativamente cálido; provocando que en la época de maduración de la uva, el sol llegue directo a las parras.

Sin embargo, este emblemático valle agrícola que a pesar de sus excelentes condiciones de clima no alberga grandes extensiones de viñedos, cuya superficie total de viñedos abarca 415 Km” en el valle[1], cuyo sistema de riego se compone principalmente por goteo, pricipalmente del río Aconcagua. En estas extensiones se cosechan a principios de abril las cepas entre las principales se encuentran Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah.

Las viñas ofrecen variados tours en donde el visitante tiene la oportunidad de conocer sus bodegas de guarda, de estilo colonial de los años 1800, y recorrer los viñedos con guías especializados, participar en degustaciones y visitar salas de venta.[2]

Las viñas recomendadas para visitiar son:

Viña Errázuriz.

Viña Sánchez de Loria.

Viña Mendoza.

Viña El Almendral.

Viña San Esteban.

Viña Martel.

Principales variedades

Hectareas

  1. Cabernet

466

  1. Merlot

165

  1. Syrah

78

  1. Carmenère

44

Fuente: http://www.todovinos.cl/index.php?option=content&task=view&id=242&catid=65&Itemid=48

Fuente: www.wikipedia.org/wiki/Valle_del_Aconcagua

Fuente: http://www.vinoschilenos.cl/valles.htm

¿QUE ES EL VINO?


El vino es el producto natural de un proceso bioquímico: la fermentación alcohólica del mosto de uvas , realizado por por microorganismos denominados levaduras.

Las uvas son el fruto de las vides, plantas de hoja caduca con una vida económicamente productiva de 25 o 30 años. El actualidad, las plantas productivas son las denominadas vitis vinífera de origen europeo, americano y asiáticos, existiendo más de 5000 variedades o cepas, de las cuales se cultivan comercialmente alrededor de 300; 30 son más o menos las conocidas para producir vino, pero sólo ocho son los más selectas. Las regiones más atrás para su cultivo se encuentran en dos franjas del planeta: en el hemisferio norte entre los paralelos 20 y 42 a 50; en el hemisferio sur, entre los paralelos 20 y 38 a 42. En esas áreas se encuentra el nicho transcaucásico, Europa, China, Norteamérica, el cono sur de América Latina, el sur de África y Oceanía.

La uva está presente desde los más remotos tiempos en nuestro planeta. Su antigüedad ha sido comprobada en fósiles de hojas y semillas del período terciario. Existen diversidad de opiniones sobre el origen y procedencia de la vid, siendo tal vez la más fundamentada la que señala a Etiopía como la patria de las primeras Vides, pasando seguidamente a Egipto, luego a Arabia y Caldea, y llegando hasta la india. Más tarde se hizo conocido en Grecia y finalmente en Italia y Francia, de donde se generalizó a toda Europa. El culto al Dios Baco, equivalente al Dios Dionisio para los griegos, favoreció la difusión de la vid por todo el imperio romano, incluso en tiempos de paz ya que el emperador ordenaba a los soldados plantar viñas para evitar que el ocio los llevara a la sedición y se produjeran revueltas. Durante la edad media, la Iglesia Católica custodio los conocimientos de la civilización, así, entre otras cosas, fue la depositaria de la naciente industria vitivinícola, identificandose con el vino como un elemento indispensable para la celebración de la misa y como una sustancia divina, pues en los concilios florentino ytridentino de los siglos XV y XVI, se estableció como verdad de fe el principio de la transubstanciación o conversión real del vino en la sangre de Cristo. Debido a la propagación de la fe cristiana y por ende de la eucaristía, se difundió la viticultura a países donde las condiciones ecológicas hacían difícil su cultivo.

Al llegar a América los primeros conquistadores españoles intentaron cultivar Vides, pero fracasaron debido a su falta de experiencia en el manejo de esta especie. Sin embargo, Fernando el católico fomentó su cultivo, constando su voluntad en el archivo de Indias, ya que instruye: "proveed que de aquí en adelante, todos los maestres (capitanes de naves) que fueren a las Indias, lleven cada uno en su navío la cantidad que les pareciere (adecuada) de plantas de vid y de olivo, de manera que no pase alguno sin llevar alguna cantidad”.

Los españoles siguieron intentando hasta que encuentran en algunas partes de Sudamerica, como Perú, Argentina y Chile, condiciones aptas para su cultivo.

Fuente: Derecho del Vino. Denominaciones de origen. Editorial juridica de Chile. Santigo. Chile. 2001. pag. 20

Un poco de HISTORIA del valle de Aconcagua


El Imperio Inca tuvo un Tambo muy importante en el centro del Valle, frente a Curimón, unido por caminos que venían desde El Cuzco y seguían al Valle del Mapocho. Pedro de Valdivia, tomó para sí una Encomienda en Curimón. El Imperio Español estableció más tarde caminos reales para unir a Santiago con Mendoza, cruzando el río Aconcagua en el lugar conocido como Puente del Rey, que es la entrada actual a la ciudad de San Felipe.

A la época de la Independencia el Valle de Aconcagua tuvo especial relieve histórico. Los Generales San Martín y O’Higgins, con su estado mayor y la mayor parte del ejército, el año 1817 cruzaron la cordillera de Los Andes por el paso Valle Hermoso, comuna de Putaendo. Luego se produjo el importante Combate de Las Coimas, que permitió al Ejército Libertador ocupar el Valle de Aconcagua; simultáneamente había ingresado otro cuerpo de ejército, comandado por el general Las Heras, que pasó por paso fronterizo “Bermejo”, comuna de Los Andes. Las fuerzas realistas se replegaron a la Cuesta de Chacabuco donde tuvo lugar una de las batallas más importantes de la guerra por la Independencia.

El Director Supremo Bernardo O’Higgins el año 1819, le otorgó a San Felipe el título de “Ciudad Siempre Heroica” por su destacada participación en la Independencia. Es la única ciudad de Chile que ostenta ese título.

Aconcagua tuvo, también, destacada participación en la Guerra contra la Confederación Perú – Boliviana y en la Guerra del Pácifico. En San Felipe se organizaron diversos batallones que partieron al norte a combatir, entre ellos el famoso Regimiento Séptimo de Línea.

San Felipe fue la Capital de la Antigua Provincia de Aconcagua, fundada en 1826, cuyo territorio comprendía desde la cuesta de Chacabuco hasta Los Vilos y de cordillera a mar. Situación que se modificó con la actual regionalización del país.

Fuente: www.aconcaguavinos.cl/

El valle de Aconcagua


El valle de aconcagua es el último de los valles transversales, esta situado en el sector oriental de la quinta región. Se caracteriza por un clima seco, con grandes diferencias de temperatura entre invierno y verano, presentando estaciones muy marcadas, con un invierno con lluvias, nieve y temperaturas máximas de 7° C, y un verano soleado con máximas que alcanzan fácilmente los 32° C[1]. Estas diferencias de temperatura se explican por las características del clima templado tipo mediterráneo que predomina en el valle, el que no recibe la influencia moderadora del océano.

El valle de Aconcagua tiene una excelente ubicación geográfica por su cercanía a Santiago y Valparaíso, se ubica 80 kilómetros al noreste de Santiago y a 120 km al este de Valparaíso, incluye las Provincias de San Felipe y Los Andes, que en conjunto están divididas en 10 comunas, San Felipe fue fundada en 1740 por José Manso de Velasco y Samaniego y sus comunas son: Llay – Llay, catemu, Panquehue, Putaendo, Santa María y San Felipe. Los Andes fue fundada en 1791 por Ambrosio O`Higgins y sus comunas son Rinconada, Calle Larga, San Esteban y Los Andes[2]

Los cultivos tradicionales en el valle fueron el trigo, maíz, alfalfa, viñas y cáñamo. Y la explotación ganadera y minera. En la segunda mitad del siglo XX se restringieron las siembras dando paso a excelentes cultivos frutales, principalmente de hoja caduca y parronales. Esta tierra de campos que con eterna fertilidad tanto en el pasado como en los tiempos de hoy, ha dado a sus habitantes variados cultivos de chacarería y forrajes en un comienzo, para dar paso luego a la fruticultura, ganadería y hoy a la agroindustria, en donde prevalecen las faenas de packing de frutas de exportación como uvas, duraznos, ciruelas, kiwis, secado de frutas y la elaboración de vinos y licores a través de plantas semi industriales y artesanales. En la parte alta del valle, vale decir en la cordillera, valiosos minerales como el oro y la plata son extraídos desde épocas incásicas, a lo que se le ha sumado el cobre con el transcurso de los siglos.

Las tierras son muy bien calificadas por su calidad, clima y ubicación siendo excepcional para los viñedos ya que tiene característica especialmente buenas para los cepajes, como suelos que pueden ser de lecho de río los que contienen alto contenido de piedras arrastradas por los glaciares desde Los Andes, suelos de granito encontrados en los faldeos de los cerros (limo y limo-arcillosos) que se encuentran al final del valle. Este valle permite que los viñedos realicen una maduración lenta y constante, que garantiza la obtención de sabores maduros y una gran estructura tánica. Las pocas lluvias, el tamaño ideal de los granos y los escasos riesgos de enfermedades fungosas son razones suficientes para obtener el mejor vino.

Este valle transversal y estrecho ha sido configurado por el río Aconcagua que se origina en la cabecera del monte homónimo, cumbre más alta de Sudamérica y del hemisferio sur. Su aptitud vitivinícola descubierta en 1870, ha dado cabida en la actualidad a que sea reconocido por sus excelentes vinos, especialmente con los Syrah. Existe una oferta enoturística incipiente y diversos atractivos complementarios de jerarquía asociados a la naturaleza y cultura[3]

[3]Fuente: turisvino.com/guia/ValleDeAconcagua/01_presentacionvalle.pdf

INTRODUCCION



El siguiente blog está destinado a la realización del Atlas temático de la Región de Valparaíso cuyo tema principal se denomina “La producción vitivinícola y su uso turístico en el Valle de Aconcagua”. Este trabajo se desarrollará en base a la producción de vinos, la plantación de uvas, la elaboración de vinos, el agroturismo y su proyección en el valle de Aconcagua. Este trabajo se pensó gracias al gran desarrollo en los últimos años de la producción de vino y su posicionamiento paulatino en el exterior. De esta forma se asociara a un espacio geográfico específico que será el Valle de Aconcagua, con la especificación de las localidades que se desarrollan en esta área, y el provecho que han sacado de aquella producción, más allá de lo estrictamente asociado a la producción.

Este blog está dirigido para el público en general, pero principalmente para las personas y alumnos que necesitan información relacionada al tema de una manera didáctica, ordenada y entretenida.

De esta manera, a través de este espacio se buscará describir y analizar la producción y plantación de vinos en el valle de Aconcagua, lo mismo que el agroturismo a partir de la producción vitivinícola, a través del desarrollo de una representación gráfica, cartográfica y documental de la producción vitivinícola asociado al turismo en el Valle de Aconcagua, identificando , describiendo y representando las principales estructuras geográficas naturales, humanas, económicas y de comunicación que permiten la producción vitivinícola, del agroturismo asociado y de un circuito agro turístico en el Valle de Aconcagua. A su vez, el desarrollar este espacio como material educativo y didáctico sobre el tema y espacio geográfico a trabajar.